CORADEP Y LA LUCHA
IDEOLÓGICA
Hace treinta años me integré a la
Corporación de Radiodifusión del Pueblo (CORADEP).
CORADEP se creó en 1981bajo un concepto
similar al ICRT cubano, con una función reguladora y supervisora de las radios
que operaban a nivel departamental. No se consideraban las radios con cobertura
nacional, ya que Radio Sandino era propiedad del FSLN y la Voz de Nicaragua era
la radio oficial del gobierno. Así, y de acuerdo a la división regional que
operaba en ese momento, en la Región I estaban Radio Liberación en Estelí y
Radio Segovia en Ocotal; en la Segunda Región, Radio Venceremos en León y Radio
19 de Julio en Chinandega; en la Tercera Región (Managua), Radio Deportes que
se convirtió en 1985 en La Primerísima, Radio Éxitos, que se transformó en La
Cachorra, Radio Futura que se denominó después Radio Tropical y Radio
Continental que pasó a ser Radio Paz. En la cuarta Región transmitían Radio
Xalteva en Granada y Radio Frente Sur en Rivas; en la Quinta Región, Radio
Revolución en Juigalpa y a partir de 1987, Radio Nueva Guinea; en la Sexta
Región, Radio Insurrección en Matagalpa y Radio Pancasán en Jinotega. En la
RAAS transmitía Radio Zinica, en la RAAN estaban Radio Tasba Pri en Rosita y Radio
VPP en Puerto Cabezas (hoy Bilwi), y la Radio 13 de Octubre en San Carlos, Río
San Juan.
Las Etapas de CORADEP
CORADEP estaba concebido como el
eje rector de las emisoras y para serlo, se priorizaron dos aspectos, el
administrativo y el que se denominaba “elenco artístico”, integrado por
reconocidas voces y actores radiales que producían excelentes materiales. Hay
que aceptar que la parte administrativa era la fundamental y eso generaba
serias críticas de parte de las emisoras hacia lo que veían como “excesiva
burocracia”. Sin embargo, esta primera etapa se caracteriza por lograr que las
radios se consoliden en sus espacios, generar controles en sus
administraciones, y ante todo, por mantener la producción del elenco artístico.
Contaba con un taller técnico y de mantenimiento de antenas, un área de prensa
cuya función fundamental era nutrir de material a las radios y un área de
producción, que elaboraba materiales para las emisoras.
En 1983 se nombra a Marlen Chow
como Directora General, a la que debo haber llegado a CORADEP, y como
Sub-Director General a Oscar Oviedo Mosquera. Marlen está embarazada y su
embarazo es de alto riesgo, por lo que debe estar de subsidio y de manera
interina, Oscar asume la dirección de CORADEP. Este período coincide con el incremento
de la agresión y el bloqueo, por lo que las radios de CORADEP empiezan a jugar
un rol muy importante en la batalla ideológica, pero con serias restricciones
económicas. La batalla ideológica y la competencia por el dial, se daban en
condiciones muy desiguales. El taller técnico empezó a vivir un proceso donde
tenía que hacerse hasta lo imposible para que las radios continuaran sonando a
pesar de no contar con los materiales necesarios. Hasta para reparar una
grabadora de periodista había escasez de repuestos. Se inició la etapa en donde
lo poco que había era para repuestos y música.
Hay que recordar que las emisoras
regionales y/o departamentales, juegan un papel fundamental en la vida
cotidiana de la población. Desde el aviso que baje la mula a recoger a la
familia en el “gancho de caminos”, hasta fallecidos, nacimientos, casorios y
enamoramientos. Es el espacio donde lo cotidiano que es importante para una
comunidad puede ser difundido y tener vigencia. Los grandes medios no tienen
espacio para tanta “minucia”. En un estudio que hicimos, detectamos más de 50
emisoras de otros países que se sintonizaban en Nicaragua y que tenían al menos
un espacio dedicado y dirigido al país. Cuestión de física. Espacio que no se
ocupa, otro cuerpo lo va a hacer.
En estas condiciones, Oscar con
un equipo de jóvenes (entre los que destacaban Armando Quintero y Carlos
Salgado entre otros) dirige CORADEP dando prioridad al taller técnico. Ante el
bloqueo y las restricciones económicas, dar mantenimiento a 18 transmisores, cabinas
de locución y grabación, equipos para periodistas y antenas, no era tarea fácil.
Era fundamental que las radios siguieran “sonando” a pesar de las carencias.
En 1985 es nombrado Juan Bosco
Parrales como Director General. Bosco viene de dirigir el Sistema Sandinista de
Televisión y es uno de los más afamados publicistas de la década de los
setentas. Su llegada implica un nuevo giro en las tareas del organismo.
Se modifica el papel de las
radios en Managua y se crea “La Primerísima”, como la radio “madre” desde la
que se generan espacios colectivos y un noticiero nacional con información
local. “Aquí Nicaragua” se convierte en el noticiero radial donde lo
“cotidiano”, lo “sencillo”, empieza a ser noticia de carácter nacional, donde
la nota que le importa a un campesino del sur del país, es escuchada en el
norte y se comparten prioridades. Alejandro Romero es el encargado de organizar
este noticiero que iniciaba muy temprano, con entradas de las emisoras que
hacía de “Aquí Nicaragua” un verdadero noticiero nacional y con noticias
locales hechas nacionales. Corresponsales populares y espacios donde los
oyentes grababan sus noticias para ser difundidas en “Aquí Nicaragua” y en la
cobertura nacional que se provocaba al enlazar todas las emisoras, eran comunes.
La gente originaba sus propias notas. Y éstas eran leídas o comentadas. Algunas
de las mejores voces (Eduardo López, Zulema Bustamante, Juanita Bermúdez,
Maynor Curtis, entre otros) eran los que conducían el noticiero.
Es Oscar Oviedo el encargado de
dirigir “La Primerísima”. Con una programación ágil y novedosa, pronto compite
con las emisoras “nacionales” y “tradicionales” de Managua. Revistas, deportes
y la incorporación de William Grisby y “Sin Fronteras”, permiten cumplir con
éxito el propósito de ser la radio “matriz” del sistema CORADEP.
El tema de la música es de
destacar. A pesar del bloqueo, nos dábamos la manera de estar al día. Cada vez que alguien
salía por alguna razón del país, venía cual “Santa Claus” cargado de discos …
se armaba una verbena el día que llegaban y era hasta motivo de discusión para
ver cuál tema sería éxito … así conocí en 1985 a la mujer de mi vida … regresé
de México y traje un disco de Mecano, cuyo éxito era “Hay que pesado” y ella
opinó que era mejor “Cruz de Navajas” … tuvo razón.
Y los amigos solidarios nos
enviaban música de muchos lados. La globalización no había llegado y escuchar
rock alemán, baladas en turco o hasta salseros japoneses no era lo más común en
esa época, sin embargo en CORADEP se hacía.
Y para qué negarlo, también la
“pirateábamos”. Aunque vinieran “selladas”, contábamos con un maestro en el
arte de “arreglarlas”. Payo Castro era ese maestro … todo era cuestión de que
se sentara en la consola, se pusiera los audífonos, y a cortar y a pegar, y por
arte de magia payana salía la canción con sello de nuestras radios.
Se incorporó como Director de
Programación Humberto Sánchez Martinica, el que me atrevo a afirmar se trata de
la mejor voz y un gran radialista, con amplísima experiencia y quien se encargó
de ir consolidando al equipo de productores y escritores radialistas. No se
trataba de inventar el agua caliente, el equipo era talentoso, pero la
experiencia de Humberto permitió consolidarlo. Hasta radionovelas se
escribieron. Y una tarea fundamental, consolidó el Centro de Capacitación
(CECAP). El CECAP se convirtió en la punta de lanza de la profesionalización de
los radialistas hasta entonces “chapiollos” de las emisoras regionales.
Y para la relación directa con
las emisoras se incorporó como Sub-Directora General Norma Guadamuz y se
crearon el Departamento de Atención Regional (DAR) y el Departamento de
Estudios Regionales (DER). Por suerte ahí paramos, pues no encuentro que
hubiera sido el DUR.
En el DAR, Yamil Buitrago, Erwin
Fabián y yo, iniciamos un verdadero periplo por el país. Prácticamente vivíamos
fuera de Managua, compartiendo con las emisoras sus problemáticas, apoyando en
lo que se podía, capacitando y ante todo, siendo gestores de sus necesidades.
En el DER, Freddy López y
Marielos Sánchez iniciaron una serie de estudios e investigaciones que fueron
llevando a lo que después llamamos “radio participativa”.
Y quien coordinaba estas áreas,
“Normita” Guadamuz, fue dando “con la piedra filosofal” dando un giro al
organismo y definiendo como sus prioridades no el control, sino el apoyo a las
emisoras en todo el país.
Este era el equipo “primario” del
que se rodeó Bosco en la conducción de CORADEP, sin que esto signifique que
hubo muchos más compañeros con una importante intervención. Esto es, el
organismo se redefine a pesar de las serias carencias y problemáticas que se
vivían. Para la batalla ideológica que estábamos viviendo, CORADEP se plantea
como un organismo cuyas tareas ya no son de control, sino de consolidación y de
servicio a las radios. Informativo, con “Aquí Nicaragua”, con capacitación in
situ y en el CECAP, con apoyo y gestión a las emisoras.
Es claro que se necesitaba la
contraparte, y para eso se requería de los compañeros directores de cada radio,
quienes variaron su postura y empezaron a sentirse parte y apropiarse de los
proyectos. Del “Sindicato de Directores”, críticos del organismo, empezaron a
ser parte de él, respaldando y retomando sus proyectos. Se conformaron equipos
regionales para consolidar el proyecto. En la región I, las Valenzuela,
Wilfredo, Moncho; en la II, Alberto e Isidro; en la IV, Vado; en la V, Wilmor
León; en la VI, Luby y Marlon; en la RAAS, Arturo Valdez; en la RAAN Margarita
y los compas de las minas; en RSJ, la gente de la 13 de Octubre, que a pesar de
las distancias y las carencias, “le hacían güevo”.
Y surge un término para denominar
el proyecto de comunicación popular que se genera en las emisoras de CORADEP y
le llamamos “radio participativa”, término acuñado por Bosco y retomado por el
colectivo.
Aquí quisiera comentarles que he
encontrado en el internet un libro escrito por una australiana y publicado por
la Universidad Iberoamericana de México en 1994, donde hace referencia a los
términos y los proyectos. Bosco estaría muy orgulloso, pues la Ibero es la
universidad donde estudió, y al menos yo, no conocía de este libro hasta ahora.
En el hace referencia a algunos
de los proyectos que se implementaron, muy crítico por cierto y por suerte,
como cuando Marlon montó con un transmisor de FM una radio chiquita en una
comunidad … éste fue el modelo que en 1994 organizamos en la ciudad de México
con una radio que llamamos “Radio Pirata”, que transmitía de manera abierta en
la plaza central de Coyoacán, uno de los lugares simbólicos de la ciudad, aunque
no nos habían otorgado licencia … logramos reproducir los transmisores y empezamos
a organizarnos con la población dentro y fuera de la ciudad, pero esa es otra
historia.
Regresando a CORADEP, en 1986 se
acercan a la Corporación dos compas que jugaron un importante papel. Uno de
ellos, uno de los más reconocidos radialistas latinoamericanos, José Ignacio
López Vigil y una compañera salvadoreña-canadiense, Margarita, quien llega con
una delegación solidaria y se apropia del proyecto, al grado que se queda con
nosotros y pasa a fortalecer el departamento de estudios regionales con Freddy
y a permitirnos la relación con una organización mundial de radios
comunitarias, AMARC. No puedo dejar de mencionar a Guillermo Rotschuch V.,
quien es lo que podemos llamar, “la parte racional” del proyecto.
“Chepe Nacho” se convierte en uno
de los íconos de la capacitación y sus propuestas tienen una excelente acogida.
Claro que hay sus críticos y algunos muy críticos … la gente vieja de radio se
sentía agredida; los locutores insultados pues una de las partes medulares del
proyecto de Chepe Nacho era “desmitificar la radio”, que cualquiera pudiera
hacer uso del micrófono y no sólo “voces engoladas”. La tarea de Bosco era
mediar entre los dos proyectos e ir construyendo el nuestro. Yo me declaro
partidario del Chepe Nacho.
Regreso al texto citado, y me
permito citar algunas partes del mismo. Todas las citas tomadas de la página
web http://books.google.com.ni/books?id=2vZrk6ixQKQC&pg=PA288&lpg=PA288&dq=coradep&source=bl&ots=alS5TrdMKW&sig=Uxsi8jKfkrql0aGE8tDF1kyS6is&hl=es-419&sa=X&ei=C0xIUdSdFfTG4APR6IHgCw&ved=0CDQQ6AEwAQ#v=onepage&q=coradep&f=false
Referente al texto
Dar la palabra al pueblo. La enseñanza-aprendizaje de la comunicación
en Nicaragua durante la Revolución Popular Sandinista. Penélope O’Donnell, 1ª. Edición, 1995. Universidad Iberoamericana A.C.
“LA
REVOLUCIÓN Y LA COMUNICACIÓN.
Incomodaba
un poco la magnitud del tema. Había que conocer sobre el proyecto de comunicación
del gobierno sandinista. Fue cuando descubrimos que no había un solo proyecto
de comunicación sino varios y en diferentes etapas de desarrollo.
Mucho
se hablaba de la comunicación horizontal, la crítica creativa y el acceso del
pueblo a los medios de comunicación masiva. Se discutía la nueva democracia en
estos medios y la nueva apertura a las voces históricamente ausentes o
marginadas de la comunicación masiva. Pero los discursos no respondían a una
política estatal de comunicación, sino que, de acuerdo con aquel de los nueve
miembros de la Dirección Nacional Sandinista que estuviera opinando. Y lo que
se oía por la radio era una mezcla impresionante de prácticas radiofónicas
comunes en cualquier emisora comercial (hit parades, disc-jockeys y
complacencias), y unas cuantas prácticas menos conocidas en emisoras
comunitarias (temas sociales discutidos en programas de línea telefónica
abierta; jóvenes, amas de casa y obreros frente al micrófono; transmisiones en
vivo desde la calle)
Existían
emisoras estatales y privadas. Uno de los proyectos estatales que dominaba el
espectro radiofónico nacional era La Voz
de Nicaragua pero era otro – un proyecto de radio participativa – el señalado
como estratégico para la lucha ideológica, y eso se llevaba a cabo solamente en
las emisoras regionales administradas por la Corporación de Radiodifusión del
Pueblo (CORADEP).
Entre
las emisoras privadas se encontraban Radio
Católica, Radio Corporación y Radio Sandino. En esta última, la emisora
oficial del Frente Sandinista de Liberación Nacional, ¡se oían los anuncios de
la Coca-Cola y los hits de Michael Jackson! Los noticieros en las tres emisoras
parecían similares, ya que todos estaban conducidos por hombres mayores, de voz
igualmente ‘apocalíptica’ aunque los contenidos variaban e iban desde temas tan
diversos como la salud del Papa o el precio de las tortillas.
Desde
el extranjero, otras emisoras entraron a la escena nacional. En el territorio
nicaragüense penetraron las señales de 19 canales de televisión y 76 emisoras
radiales extranjeras (44 de Costa Rica y Honduras), de las cuales la mayoría se
sintonizaban en las zonas fronterizas y rurales. Aunque mucha de su
programación era meramente comercial, no faltaban las políticas informativas
específicamente antisandinistas (Frederick, 1986:70-81)
Había
emisoras involucradas directamente en la guerra. La Resistencia Nicaragüense
(RN) fue el primer movimiento contrarrevolucionario en el mundo que contó con
una red de cinco emisoras en AM y de gran potencia (50 Kw)(Rothschuh,
1988:37-38)
La Voz de América, el servicio radiofónico del
Departamento de Estado norteamericano, también transmitía a la región en AM, y
para mejorar la recepción se colocó un nuevo repetidor en la frontera entre
Costa Rica y Nicaragua. Sobra decir que su programación se caracterizaba por
las campañas antisandinistas” (páginas 19 y 20 de la obra citada) Fin de esta
cita
Otra cita del mismo texto:
“Para
conocer más de cerca el proyecto de CORADEP, hicimos un recorrido de las
emisoras regionales con los alumnos de la materia. Visitamos un proyecto piloto
en la montaña norteña del país, donde se había instalado un trasmisor en FM de
baja potencia para que la comunidad campesina hiciera su propia emisora
comunitaria. Fue allí donde empezamos a darnos cuenta de que las
contradicciones experimentadas en el ámbito de la comunicación no sólo eran
resultados de políticas inconsistentes o de las condiciones sumamente adversas,
sino que también tenían que ver con las limitaciones históricas de la
experiencia de la comunicación en Nicaragua, y más allá, en América Latina.
Por
ejemplo: con el proyecto de radio participativa de CORADEP, el gobierno
sandinista intentaba hacer de un modelo radial nacido y desarrollado desde los
sectores político-religiosos marginados de los países sudamericanos, un
proyecto cultural que transformara la relación entre la población rural del
país y los medios masivos de comunicación.
Con
aquella emisora comunitaria de la montaña norteña se intentaba acelerar, aún
más, la integración de la población en la producción masmediática, o sea, se buscaba que los campesinos se hicieran radialistas, y se esperaba que dicha
apertura promoviera nuevas relaciones políticas en las comunidades involucradas.
Eran
ideas novedosas para todos; ideas posibles en una cierta coyuntura
político-económica, pero limitadas por la herencia sociocultural de la
población.
Un
caso concreto para ilustrar: en la capacitación para la radio participativa se
usaban los folletos de radio popular producidos en Ecuador por la Asociación
Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER). Sin embargo, no fueron muy
útiles en el contexto de la emisora comunitaria de la montaña; a pesar de su
metodología basada en la educación popular, resultaban de difícil entendimiento
para los campesinos recién alfabetizados, pues demandaban una cultura de la
lectura muy por encima de sus capacidades” (Obra citada pág. 20) Fin de la
cita.
Estas son algunas citas que he
tomado de este texto, que como mencionaba, me era desconocido.
En 1986 Margarita asiste a la
Asamblea Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) y consigue para el país la sede
en 1988 de la siguiente Asamblea. Era un enorme reto pues se trataba de
organizarlo en una situación de guerra, donde nuestras “raditos” deberían
mostrarse en todos los aspectos. Los críticos al evento eran muchos dentro y
fuera; como nos íbamos a mostrar ante el mundo; cómo se organizaba un evento de
ese nivel con las carencias que teníamos; y de parte de algunos de los
asistentes, como iban a venir a unas radios estatales, ellos que no tenían nada
que ver con los gobiernos, y CORADEP era un ente estatal.
En lo personal, me perdí parte de
los preparativos; junto con Willmor León y Payo Castro nos fuimos a instalar la
Radio Nueva Guinea, donde había un repetidor de Radio Revolución de Juigalpa,
pero teníamos que darle horas de transmisión propia. Nuestros pedestales eran
de madera, la cabina era de lo más “chapiolla”, pero logramos dejar un equipo
local para tener al menos 6 horas de transmisión propia. Fue toda una
experiencia. Vivimos tres meses en Nueva Guinea, sin venir a Managua.
Y luego me perdí AMARC. Cuando
venimos a Managua, Bosco me anunció que nos trasladábamos el viejo German, el y
yo, a lo que era el SNP. Desde ahí seguimos la Asamblea, que fue todo un éxito.
Confieso que resentí un poco el que no se diera crédito a Bosco, pero lo
importante es que el evento salió excelente.
El proyecto de CORADEP continuó hasta 1989,
donde y antes de la derrota electoral de 1990, se restringió el presupuesto y
la entonces dirección de la corporación dio la instrucción de que cada radio
sobreviviera como pudiera, lo que se confirmó con la llegada del nuevo gobierno
y la desaparición del organismo. Algunos colectivos se conformaron en
cooperativas, los trabajadores de “La Primerísima” conformaron APRANIC, en
algunos casos las radios fueron apoyadas
por las alcadías y en otros desaparecieron, sin embargo, creo que a pesar de
todo, CORADEP y sus radios regionales, su “radio participativa
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