miércoles, 20 de marzo de 2013


Definitivo, soy un caso perdido … a mis 51 años sigo siendo un soñador, un pendejo, amo a mi “bembona” mujer, adoro a mis hijas y lo peor, fumo, siendo parte de una especie perseguida y en peligro de extinción.

Todavía me emociono con una foto de una asamblea de la juventud del Frente Amplio de Costa Rica, donde sin miedos hay imágenes de Lenin, Salvador Allende y del Che, más allá que cuestionemos o no su actuar y pensar. Donde veo jóvenes con sueños e ilusiones, no “coptados” por el ejercicio del poder y desde el poder, que “militan” en una organización de izquierda en un país donde son satanizados. Me preocupa México, donde hicimos del PRD una organización “vieja” y “de viejos” en la que los jóvenes no encuentran espacios, alternativas y ni siquiera ilusiones. Donde aquella cabrona frase de que “el que a los 20 no es comunista es un pendejo y el que a los 40 lo sigue siendo es más” haya dejado de tener vigencia, pues ya ni a los 20 lo somos, pues esa organización ni es atractiva, ni es incluyente, es más, ni es comunista.

Me recuerda aquellas épocas donde formamos las Brigadas Juveniles Comunistas, y soñábamos con generar una organización de masas en la lucha por los derechos de los jóvenes, y que pese a todos los pesares, fue una escuela … Eduardo, Roberto, Rafael, Raúl, Gabriel, Gaby, sólo por mencionar algunos de mis compañeros de esa época. Los viejos militantes del PCM nos llamaban “hijos de la democracia” pues nuestra militancia era “light” para ellos.

Y las primeras “Brigadas del Sol” donde nos “compramos el boleto” de movilizarnos por todo el país a organizarlas con Rosario a la cabeza. Otra gran escuela. Algunos veníamos de otras experiencias estudiantiles, desde el “saloneo”, las asambleas, el CEU (que aunque estaba en Nicaragua seguía paso a paso), el Congreso, los movimientos de rechazados. Otros teníamos alguna experiencia en “la grilla”, algunos militamos en los partidos que antecedieron al PRD, otros vivieron la campaña del Inge, el MAS.

Pero las Brigadas del Sol nos reunieron y permitieron “ir al territorio” a poner en práctica real lo que pregonábamos. Y fueron exitosas, nos hicieron gobierno. Y creo que el primer gobierno democrático de la ciudad de México, todavía lo vivimos con esa euforia … todavía no nos burocratizábamos ni nos acomodábamos. Nuestros “promotores de participación ciudadana” eran voluntarios y les dábamos apoyo cuando se conseguía … y eso que ya éramos gobierno. Ahora creo que fue un exceso y que fue correcto emplantillarlos cuando llegó AMLO.

Pero “burocratizamos” estas instancias … se convirtieron en instrumentos de la lucha de poder de los grupos y corrientes del partido … la “tribu” que controlaba las brigadas tenía en sus manos dinero y “empleos” para  “crecer” … recuerdo a uno de ellos que en el vips de Neza me dijo que nos dividiéramos a partes iguales los brigadistas y que con eso, ambos seríamos diputados … al “médico brujo” le propuso algo similar, recuerdas Abraham?.

Y las Brigadas del 2003, donde desde las coordinaciones estatales nos querían imponer cuotas y tuvimos que “ceder” algunos espacios … en otros fueron nuestros compañeros en el territorio los que tenían que negociar … ya habíamos perdido la batalla contra las tribus y éstas controlaban el partido … y lo que sentía nuestra presidenta nacional, lo vivíamos abajo … de pronto parecía que el enemigo estaba adentro y no afuera. Pero la experiencia valió la pena y mucho.

Todos estos recuerdos me los trajo a la mente una pinche foto. Creo que debemos rescatar esta historia. Y sigo siendo un caso perdido … me emociono, sueño, soy pendejo, amo a mi mujer y fumo.

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